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MARIMAR

¡VAYA, VAYA!

Hola, muy buenas noches:
Unas nuevas horas de prácticas para el cuerpo y aquí seguimos.
Esta semana estoy abandonando la observación sistemática y comienzo a plantearme/nos las cuestiones que nos ha ofrecido Vez.
Supongo que ha sido un día algo extraño. Hoy he estado en 1º y en 3º de primaria.
En el aula de primero ha surgido una realidad que ningún profesor puede dejar de lado. La realidad no es otra más que la decisión de priorizar un tipo de actividades frente otras dependiendo de factores exteriores como pueden ser la presión de los padres de nuestros alumnos.
Me explico, la sesión anterior se había trabajado en el aula, entre otras cosas, con una ficha de coloreado. Lega hoy y hay niños que no han acabado la ficha y otros, ausentes en ese momento, que ni siquiera la han iniciado.
¿Qué haces?
Primer punto. Es muy importante el demostrarles a los padres que no estás con sus hijos durante horas para que no hagan nada.
Segundo punto. No “se deben” mandar tareas a casa en estas edades.
Conclusión. Mientras la mayoría de la clase está trabajando oralmente, e incluso ampliando, el vocabulario del tema, los más rezagados y los que no estuvieron la sesión anterior se dedican a terminar de colorear las caras de cuatro personajes del libro.
Con esto no penséis que estoy criticando la actitud de mi compañera. Más bien al contrario, la respeto porque es un conflicto muy difícil de superar. Pero no solamente te surge ciando tienen tareas sin finalizar sino a la hora de decidir cuanto tiempo le puedes o debes dedicar a diferentes actividades.
A lo mejor yo buscaría otros medios para superar este pequeño inconveniente. Pero hay algo que me gustaría compartir con vosotros y Vez que me perdone. A la hora de distribuir vuestras actividades, nunca olvidéis que tenéis que venderle el producto a unos clientes sumamente desconfiados y, en ocasiones, ciegos que valoran los resultados de nuestro trabajo en cantidad y no en calidad. Bueno, estoy hablando de la mayoría, claro. Nunca lo olvidéis. Hay que SABER ENSEÑAR Y VENDER.
Analizando la sesión de primero con las seis preguntas, mis respuestas son:
1.      Gran parte de los niños ha estado reforzando vocabulario escuchándolo a través de una canción y de la profesora. El resto ha estado coloreando. Incluso algunos no conocían el vocabulario, porque se han perdido las últimas dos sesiones.
2.      Ningún niño ha aprendido nada nuevo.
3.       La maestra ha estado planteando diferentes actividades orales y apurando a los dibujantes.
4.       Yo he aprendido que no es fácil compaginar diferentes ritmos dentro de un aula de 25 alumnos de seis años.
5.      No creo que haya valido la pena la actividad de terminar el dibujo. Entre otras cosas, porque ha solapado otra sumamente más interesante.
6.      Después de esto voy a cuestionar más mi actuación dentro del aula. En ocasiones, yo también tengo que decidir entre hacerles terminar una actividad o permitirles seguir el ritmo de los demás.
Por cierto también he estado en un aula de tercero. Pero he tenido tan mala suerte que me ha tocado presenciar la corrección de un examen escrito que habían realizado la sesión anterior. Por lo tanto, me abstengo de hacer comentarios. Ya que, desde mi punto de vista, estos niños hoy no han tenido clase de lengua inglesa.
Quedamos mañana.
Un saludo.
Mª del Mar.Smile

 

2 comentarios

Marco Antonio Bernal Pampín -

Está claro que lo que importa es el producto puntual, aunque éste no tenga nada que ver con la asignatura; no entendemos de procesos a largo plazo. Tiene \"gracia\" que los que más necesitaban de la clase oral son los que estén coloreando.
Respecto a la corrección del examen, yo creo que si esta sirve para corregir los errores y reforzar lo aprendido puede ser positiva.

josemanuelvez -

Muy buenas respuestas a los 6 interrogantes. Hay una que no tiene desperdicio, ¿verdad?
Enhorabuena y gracias pro haberlo hecho. Que sigas así de enérgica y potente en tus decisiones. Estás ayudando a cambiar las cosas. Adelante