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MARIMAR

DÍA DE CONTRASTES.

Hoy ha sido un día de prácticas algo extraño.

Bueno, en primer lugar os pido perdón por mi incopetencia a la hora de elaborar el contenido del blog, ya que todavía no le he pillado el truco y, por lo que he podido comprobar, no se mantienen los artículos que voy añadiendo.

Si consigo arreglarlo, esto es lo que me ha pasado para el que le interese.

Hoy me ha tocado estar en un aula de tres años y en otra de cuarto de primaria. ¡¡¡¡¡Qué diferencia!!!!!

Al final voy a tener que darle la razón amis compañeras de infantil y lo mejor va a ser la edad de los niños de infantil.

El caso es que en el aula  de tres años he descubierto que se puede dar una clase de lengua inglesa totalmente oral, en la que se aprende, sin necesidad de obligar a los niños a coger una sola pintura.

Desde el uso de canciones que trabajan vocabulario básico, pasando por la relación directa entre gestos y palabras y acabando por una sesión de cuentacuentos en inglés, cuyo único soporte han sido las láminas de un cuento.

La verdad es que me he sentido gratamente sorprendida. Es muy típica la idea de considerar que los niños de tres años vienen al cole como poco más que un servicio de guardería gratuito. Hoy he podido ver como un  niño con sindrome de down identificaba y representaba perfectamente los colores que se le presentaban.

Conversando con mi compañera me ha dicho que su criterio es trabajar al máximo la oralidad con todos los recursos que sean posibles. También me ha comentado que respeta pero no comprende la actitud de los maestros de lengua inglesa en la que impera la enseñanza de gramática escrita olvidando lo más básico. Que no es otra cosa más que la capacidad de comprender y comunicarte a través de esa lengua. Digamos que es una de las nuestras.

Pero todo cambió cuando llegué a un aula de cuarto de primaria en la que lo más importante era que había que corregir unas frases, traducidas del español, las cuales no creo que se hayan trabajado previamente de un modo oral.

Una de las cuestiones que he planteado a la maestra, después de observar, ha sido si se trabajaba de algún modo la fonética. Dado que una de las dificultades con las que se encuentran los niños es la de realizar la modificación que se da para poder escribir lo que decimos en esta lengua. La respuesta ha sido que no, solamente se trabajan oralmente las palabras de vocabulario a adquirir y posteriormente escribir.

Desde mi punto de vista, en algún lugar entre el aula de tres años y la de cuarto se pierde la oralidad, tan importante en un aula de infantil o primaria, desde mi punto de vista. Esta pérdida supone que se acaba coartando la capacidad creativa de los niños y hasta el gusto por aprender cosas nuevas. Al fin y al cabo yo saco muy buena nota en el exámen simplemente con aprender a escribir correctamente una serie de modelos de estructuras.

Ahora comienza mi reflexión. Cuando yo sea maestra de lengua inglesa...¿Qué voy a hacer? ¿Seguiré un libro sencillo hasta la saciedad? ¿Buscaré que comiencen a escribir lo antes posible? ¿o tendré "narices" para aplicar la didáctica en la que realmente creo?

Hoy he podido observar la diferencia que hay en ambos planteamientos y está clarísimo que en el aula de tres años todos hemos aprendido mucho más que en el aula de cuarto de primaria.

Qué dura es la vida de maestro....

Un saludo.

Mª del Mar.Cry        

1 comentario

josemanuelvez -

Mer alegra mucho "ver" esa clase de infantil tal como la lelvais. Es verdad, el mejor trabajo se puede hacer ahí... pero lo paradójico es que los resultados que tenemos advierten que es donde peor se están haciendo las cosas... porque la mayoría no hacen lo que tu nos cuentas, sino lo que nos cuentas de Primaria pero para infantil...